En la mitología cántabra los Trentis son duendes traviesos de los bosques. Van vestidos con hojas, musgo y raíces,[1] por ello pasa desapercibido entre la vegetación pues se confunde perfectamente con el entorno. Durante el invierno este ser de vida silvestre duerme al abrigo de las torcas y en verano bajo la frescura de los árboles. Se alimenta de panojas y endrinas y bebe leche pero jamás bebe agua pues es ponzoña para él.[2]
Es muy parecido al Trastolillo, pues es pequeñuco, tiene la cara muy negra y los ojos verdes, y no se queda atrás en lo de picaruelo y bribón, pero el Trenti, en cambio, no entra en las casas, pues es un duende del bosque.
El Trenti es un ser muy bromista y travieso. Su entretenimiento favorito es ocultarse entre los bardales para poder tirar de las sayas y pellizcar las pantorrillas a las muchachas, para después escapar corriendo entre los bardales, dando volteretas. Tambien le gusta tomar el pelo a los Montañeses que aciertan a cruzársele por los montes de Cantabria. Aunque son bromistas por naturaleza, también pueden ayudar al hombre sin que estos lo sepan, sintiendo especial predilección por lo niños. Auxilian al pastor a encontrar su ganado tras la tormenta o las maldades del Ojáncano y ayudan a las ancianas que no pueden valerse por si mismas.[3]
Imagenes[]
Referencias[]
- ↑ Trenti, personaje mitológico de la tradición cántabra Mitos y Leyendas. Consultado el 26 de febrero de 2018.
- ↑ Caro Baroja, Julio (1989). Ritos y mitos equívocos. España: AKAL. ISBN 9788470902031.
- ↑ Leyendas de Cantabria Toprural.com. Consultado el 26 de febrero de 2018.