La Pesanta es un basto animal mitológico con forma de perro enorme (raramente un gato). De aspecto peludo y negro, con patas de acero, con las que zurra a cuantos halla a su paso de noche por la calle. Sin embargo, están agujereadas de tal forma que no puede coger nada de la tierra sin que se le caiga.
Vive en iglesias abandonadas y en ruinas y se mete por las noches en las casas, pasado por el ojo de las cerraduras, por debajo de las puertas y, si le precisa, se filtra por las paredes. Se complace poniéndose encima del pecho de la gente, dificultando la respiración y provocando angustia y pesadillas. Es difícil de observar, porque si alguien se despierta, sale corriendo y no da tiempo más que a ver una sombra que huye.
A pesar de su nombre, no es necesariamente una entidad femenina, aunque en ciertas zonas catalanas, como en el valle de Bianya, en la Garrotxa, se le equipare a una bruja o a una indefinida forma animalesca.
En otras regiones de la península existen criaturas similares, como la Manona asturiana (tambien denominado Pesaidellu, que adopta la forma de un perro negro), el Canouro gallego, el Inguma vasco, etc...
Fuentes[]
- Duendes: Guía de los seres mágicos de España. Carlos Canales y Jesús Callejo