La Muladona, también conocida por el nombre de Donamula, significada mujer-mula en catalán. Es un ser mitológico muy conocido en la península, más concretamente en Cataluña, donde según dice la leyenda la Muladona era una mujer que no era religiosa y era bastante irreverente, y por ello, los habitantes del pueblo la maldicieron, convirtiéndola en una mujer mula.
Desde entonces, la Muladona, pasea por los montes y cuando ve a algún pastor con un grupo de mulas tiende a unirse al grupo, lo que altera a las mulas hasta el punto que se dice que muchas de ellas, espantadas y alborotaras, llegaron a morir al precipitarse por los barrancos a causa de la alteración que les había causado ver a la Muladona.
El aspecto de la Muladona es el mismo que el de cualquier otra mula, pero era más chapucera; sus crines son como las del cabello de una mujer, y su cara, sin dejar de ser de animal, tiene un cierto aspecto a humano, pero si no se fijan con mucha atención, la Muladona puede pasar desapercibida por muchos pastores.
Siempre se la representaba con las cuatro patas de mula, pero a veces, las dos delanteras nacían de un tórax situado donde una mula habría de tener el cuello. Además siempre se la representa con pechos, para dejar más clara su condición de mujer.
Desde que se ha conocido esta leyenda, los arrieros daban de comer a las mulas unos panecillos con la forma de la muladona, con la creencia de que así las bestias no se espantarían cuando ella apareciera y de que harían como si no estuviera. Así y todo, durante la marcha siempre hacen un concienciado recuento de cabezas para verificar que no han perdido a ningún animal por el camino y que la Muladona no se les hubiera colado en el grupo.