El Ieltxu es un genio de la mitología vasca que se esconde en la noche y desorienta de la luna. Es un habitante de Vizcaya que algunas leyendas sitúan en las montañas de Busturiam en una zona que suele estar permanentemente cubiertas de nieblas.
Todas las versiones coinciden en el carácter nocturno de este genio, aunque su descripción varía considerablemente. Según algunos tiene figura humana, de asno o de carnero negro, alguna vez de puerco etc... pero sobretodo, a raíz de las descripciones en Resurrección de Maria Azkue y el padre Barandiarán, se le describe como un pájaro que lanza fuego por la boca que se presentaba de noche cuando nadie lo esperaba ni llamaba.
Esta llama de fuego lo que atrae la atención de quien lo encuentra en la noche de improviso. No es de carácter maléfico, pero se cuenta que este extraño ser tiene la capacidad de desorientar a la gente alterando los reflejos, las luces y las sombras de la luna. Por ello, quienes corren tras él, sin mirar abajo, atravesando los bosques sin fijarse en los pasos que dan, se sorprenden a sí mismo a menudo al borde de precipicios y barrancos.
Es un genio de origen ctónico al parecer, pues habita las cavernas y pozos. Según Resurrección María de Azkue en Yerrue de Arratia le contaron que daban a luz por la boca.
Etimología[]
A veces se ha tendido a mezclar Ieltxu con Iratxo, siendo este último personaje que en euskera batúa es simplemente un duende. Puede ser que estén emparentados y que ambos vengan del verbo irauli (verter) y lleven el típico diminutivo -txu o -txo. Analizaremos en otra ocasión los iratxoak (duendes), quizá los irel-suzko eran un tipo de ellos, pero la mitología vasca tiende a ser complicada y nunca nada clara en clasificaciones y parecidos (exceptuando Mari y su parentela). En todo caso actualmente Ieltxu es un antropónimo masculino bastante utilizado aun hoy en día.