En la mitología vasca, Eguzki o Eguzki Amandre, el Sol, tiene especial relevancia entre las divinidades vascas. Es la que nos ofrece luz y calor, y en sus manos están las buenas y malas cosechas. También posee una gran influencia sobre los genios y malos espíritus, ya que la presencia del sol hace que se retiren a su morada, en el interior de la tierra. Cuando los rayos de sol atrapan a ciertos genios, estos pierden sus poderes.
Es costumbre muy arraigada, poner un Eguzkilore (flor del sol), una carlina, en la puerta de los caseríos, para ahuyentar a los malos espíritus y genios.