La Guaxa es un tipo de vampiro astur que ataca especialmente a niños, de quienes se alimenta. Para evitarlo, deben estar protegidos por un amuleto o ser exorcizados.[1]
Descripción[]
Es una vieja seca, arrugada, con ojos en cuyo fondo parecen brillar chispas de fuego del infierno. Ataca por la noche, mientras duermen, a niños rollizos, jóvenes robustos y muchachas hermosas y fuertes. Con su único diente, penetra una arteria y disfruta chupándole la sangre.[2]
No hay manera de evitar su llegada, ya que alcanzará todo lugar donde sea capaz de pasar un soplo de aire. No mata, pero impide el crecimiento de los niños.[2]
Cuando desaparece alguien, a veces se oye decir: "Se lo comió la guaxa".[2]
Remedios[]
Había varios remedios contra la Guaxa. Uno de ellos era administrar un preparado fabricado con alicornio reposado durante nueve noches seguidas con una medida de agua en la que se coloca una maceración de fragmentos de asta de ciervo y una pequeña cantidad de plata. A continuación, aunque podría considerarse un tratamiento alternativo, se medía al paciente con un hilo negro y resistente. Con este se hacía un rosario improvisado, con nueve nudos pequeños y otro más grande. Se le colgaba en el cuello, con una bolsita con diez gramos de trigo, que debía llevar varios días. Tras esto, debía llevar una vida nueva, activa y tranquila, pisando descalzo el rocío de los campos todas las mañanas.Luego debía irse a matar a la Guaxa en el pecho. [3]
Imágenes[]
Referencias[]
- ↑ Martín Sánchez, Manuel (2002). «Seres espectrales», EDAF (ed.). Seres míticos y personajes fantásticos españoles, pp. 429. ISBN 9788441410534.
- ↑ 2,0 2,1 2,2 Jove y Bravo, Rogelio (1903). Mitos y supersticiones de Asturias, Oviedo, Spain, "La Comercial" Imprenta.
- ↑ Roso de Luna, Mario (2006). «IX», El tesoro de los lagos de Somiedo: (narración ocultista), Renacimiento, pp. 234-235.