Estrechamente emparentado con Ortzi, Aidegaxto (aire maligno o rayo) es en la Euskal Herria continental, o Iparralde, el genio que forma y dirige las tormentas, lanzándolas contra los hombres para perjudicarlos. En otras zonas del país se le denomina Odei.
Para conjurar a Aidegaxto o tenerlo propicio, hay varios procedimientos, algunos ya mencionados aquí, que van desde encender velas bendecidas, quemar ramas de laurel en el Hogar, llevar hojas de laurel o de espino albar sobre la cabeza durante las tormentas, colocar un hacha en el umbral de la puerta principal de la casa con el filo para arriba, hasta colocar en la puerta una cruz de laurel o ramas de árboles como el avellano, el fresno o el pino albar.
Un procedimiento original para indicar al molesto Aidegaxto la ruta que debe seguir la tormenta y dónde debe descargar, es utilizar los influjos mágicos de la hierba Rumex Crispus, o lengua de vaca (que se enrollaba en la muñeca de la mano izquierda del brujo o conjurador en cuestión, mientras con la mano derecha señalaba a la nube el rumbo a seguir para descargar la lluvia), o simplemente el movimiento de un brazo señalándole la dirección, a la vez que se pronuncian ciertas frases rituales.
En Brañaseca encienden una vela bendita y colocan la pala del horno en el tejado, al lado de un hacha con el filo para arriba. En otros pueblos asturianos se encienden «velas tenebrarias» se quema romero y laurel el Domingo de Ramos.
Fuente[]
Mitologia Vasca, de Jose Miguel Barandiaran
Gnomos: Guía de los seres mágicos de España. https://books.google.es/books?